1. “Estoy mal de salud”. Al tener una muerte cerebral, se hará una evaluación, para saber si hay una enfermedad activa. Mientras tanto, todas las personas pueden ser probables donantes.
2. “Soy muy viejo”. Ser muy joven o de avanzada edad, tampoco es impedimento. Hay adultos mayores que tienen sus órganos en mejores condiciones que una persona en plena juventud.
3. “Si dono mis órganos, no podrán velarme cuando me muera”. Si puedes ser velado, pues la cirugía se realiza con los cuidados necesarios y se deja al donante en las mejores condiciones.
4. “Si estoy en coma, me sacarán los órganos”. No, una persona no muere cuando deja de latir su corazón, lo hace cuando hay muerte cerebral, la vida está en el cerebro, señala el especialista.
5. “Mi religión no lo permite”. No hay ninguna religión que se oponga a este acto, hay algunas que se oponen a la transfusión de sangre, pero no a la donación.
6. “Mi familia tendrá que pagar la donación”. Hacerlo es totalmente gratuito y la familia del donante no tendrá que pagar ni un sol.
7. “Tomarán mis órganos y los venderán” Es totalmente falso, porque no es ético y no existe banco para órganos, pues estos son utilizados en pocas horas. Un corazón, por ejemplo, puede ser útil máximo hasta cuatro horas después de ser retirado del cuerpo.