Para donar, debes tener al menos 18 años de edad (entre 18 y 65 años), estar sano, pesar más de 50 kilos. No haber tenido cáncer, paludismo, VIH/SIDA o ébola, por ejemplo, tener una tensión arterial normal y si recientemente te has hecho un tatuaje, debes esperar 12 meses debido al riesgo de hepatitis.
Cada componente de la sangre precisa de unas condiciones diferentes para mantenerse en perfecto estado hasta el momento de su utilización: los glóbulos rojos, por ejemplo, pueden conservarse hasta 42 días a una temperatura de 4ºC, las plaquetas hasta 7 días, en agitación, a una temperatura de 22ºC y el plasma congelado puede conservarse hasta 2 años a temperatura de –40ºC.
El flujo sanguíneo y el volumen sanguíneo son esenciales para mantener los latidos del corazón. Sin embargo, si bien puede parecer contrario a lo que todos pensamos, donar sangre regularmente puede mejorar la salud del corazón y no comprometerla. Así, donar sangre regularmente puede ayudar a reducir cómo de gruesa y pegajosa es la sangre, lo que permite que la sangre fluya más fácilmente a través de los vasos sanguíneos y llegue más rápido al corazón.
La donación lleva de ocho a 10 minutos. Según Cruz Roja, todo el proceso de donación de sangre desde el registro hasta la recuperación lleva aproximadamente una hora y 15 minutos. Pero lo que es la donación real de 500 ml de sangre apenas lleva unos minutos.
Donar sangre puede reducir el riesgo del donante de desarrollar cáncer. Se sabe que el hierro, uno de los principales minerales que se encuentran en la sangre, aumenta la cantidad de daño de los radicales libres en el cuerpo. Sin embargo, un estudio de 2008 publicado en la revista Journal of the National Cancer Institute, descubrió que donar sangre ayuda a reducir las reservas de hierro, lo que reduce a su vez el riesgo general de sufrir cáncer.
La mayoría de la sangre va destinada generalmente a los pacientes con cáncer. Aunque nos imaginamos los accidentes como foco al que pueden ir las donaciones de sangre, la realidad es que solo el 2% de todas las donaciones de sangre van destinadas a personas con lesiones o traumatismos. Son los pacientes de cáncer los que reciben la mayor cantidad de sangre.